viernes, 18 de mayo de 2018

Aportes a la Humanidad

aPORTES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

En 1789, los campesinos en Francia mueren de hambre y viven sumidos en la miseria mientras que el rey Luis XVI y la nobleza viven con lujos. El estallido de la revolución francesa es considerado uno de los acontecimientos históricos más importantes de la historia universal. Estos son sus cinco aportaciones más importantes.

1.- LOS DERECHOS HUMANOS

Estos fueron aprobados el 26 de agosto de 1789 por la Asamblea Nacional Constituyente Francesa



 2.- LA CONCEPCIÓN DE REPUBLICA

El 22 de noviembre de 1792 se reúne un parlamento elegido por sufragio universal masculino en el que se instaura este sistema politico.

La República francesa se basa en un solo principio explícito, enunciado en el apartado cuarto del artículo 2 de la Constitución: "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", que se tomó prestado directamente de Lincoln.



3.- LA ABOLICIÓN DE LA MONARQUÍA

El 21 de septiembre de 1792 la Asamblea legislativa proclama definitivamente la abolición de la monarquía, siendo esto un antecedente histórico importante a nivel mundial



4.- LA IDEA DE LA EXISTENCIA DE UNA CONSTITUCIÓN

La Constitución francesa de 1791, la primera constitución escrita de la historia francesa, fue promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente el 3 de septiembre de 1791 y aceptada por Luis XVI. Contenía la reforma del Estado francés, quedando Francia configurada como una monarquía constitucional.

La Constitución establece que la soberanía reside en la nación y ya no en el rey, que se titula "rey de los franceses". Proclama la libertad de pensamiento y de prensa, y la libertad religiosa. Suprime la nobleza y las distinciones hereditarias, las órdenes de caballería, las corporaciones y gremios, y establece el libre acceso a los oficios y funciones que hasta ahora se reservaban a la nobleza o se heredaban.

El mantenimiento de los lugares de culto pasa a depender del Estado que remunerará a los religiosos. 



5.- EL CONTRATO SOCIAL QUE ESTABLECE LA LIBERTAD E IGUALDAD DE LOS HOMBRES BAJO UN ESTADO INSTITUIDO

 La Revolución Francesa es considerada como el indicador del final de una época histórica y el punto de arranque de una nueva etapa: la Edad Contemporánea.

El estallido de la Revolución señala una línea divisoria entre dos sistemas sociopolíticos opuestos: en el Antiguo Régimen, anterior a la Revolución Francesa, el absolutismo monárquico regía una sociedad feudal; en el Nuevo Régimen surgido tras la misma, en cambio, reconocemos muchos de los rasgos que caracterizan la organización política y social de nuestro mundo contemporáneo.


Etapas

Etapas de la Revolución Francesa


Las etapas de la Revolución Francesa tuvieron lugar en un periodo aproximado de 10 años, iniciando con la sesión inaugural de los Estados Generales en 1789 y concluyendo en 1799 con el golpe de estado llevado a cabo por Napoleón Bonaparte para posicionarse como primer cónsul de Francia.
La Revolución Francesa tuvo lugar a finales del siglo XVIII, cuando el país se enfrentaba a una crisis económica derivada de la perpetuación del feudalismo y el sometimiento de la clase campesina a la voluntad de unos cuantos lores y del clero (Ltda., 2017).
La desigualdad social, el excesivo cobro de impuestos a la clase campesina, el surgimiento de la burguesía y las ideas de igualdad propuestas por Voltaire, Montesquieu y Rousseau, llevaron a que el pueblo se sublevara y luchara por la reorganización del poder jurídico y la soberanía popular.
Como resultado, la monarquía en Francia recibió un golpe que acabó de una vez por todas con el sistema feudal y llevó a la declaración de los derechos humanos, a la lucha contra la opresión y a la constitución de Francia como una república independiente.

Etapas principales de la Revolución Francesa

1.Reunión de los Estados Generales en 1789

En 1789, el monarca Luis XVI convocó a los representantes de cada estamento a una asamblea conocida como los Estados Generales. Durante este evento tanto el clero como la nobleza y algunos personajes representativos del Tercer Estado (el pueblo) se reunieron para discutir la situación del reino.

2. Asamblea Nacional y revuelta entre 1789 y 1791
Aquellos individuos que representaban al pueblo y los miembros más importantes de la burguesía solicitaron de forma infructuosa el derecho al voto individual. Al ser rechazados y ver que la monarquía se rehusaba a ceder ante sus peticiones, decidieron constituir la Asamblea Nacional, como la máxima representante de la soberanía de la nación.

3.Toma de la Bastilla en 1789

El 14 de julio del año 1789, la fortaleza encargada de servir como prisión y  proteger el costado occidental de Paris (la Bastilla) fue asaltada por el pueblo. Este evento tuvo lugar ante la posibilidad de que la Asamblea Nacional fuera disuelta por decisión de la monarquía. Fue con el asalto y la toma de la Bastilla que la Revolución Francesa inició formalmente. Este asalto fue en gran medida un acto simbólico contra la monarquía, ya que la Bastilla era considerada un ícono fundamental de la soberanía del rey. Una vez la Bastilla fue asaltada, otras ciudades francesas siguieron el ejemplo, haciendo que el fenómeno de la revolución se propagara hasta las zonas rurales. Se desencadenó una iniciativa en contra de los lores y comenzó lo que se conoció posteriormente como el “régimen del terror” o “el gran miedo”. En agosto de 1789, la Asamblea Nacional se había convertido en Asamblea Nacional Constituyente. De esta forma, se abolió el feudalismo y los derechos y privilegios asociados al mismo.

4. Asamblea legislativa entre 1791 y 1792

La monarquía constitucional no duró ni un año en Francia. Por otro lado, la Asamblea Legislativa no consiguió cesar el descontento del pueblo.Los ideales de revolución se hicieron cada vez más fuertes y otras monarquías de Europa, como las de Austria y Prusia, temieron porque estos ideales afectaran a sur reinos.

5 – La convención y la república entre 1792 y 1795

La monarquía en Francia cayó finalmente cuando el pueblo irrumpió en el palacio de Tullerías (residencia de Luis XVI), encontrando documentos que probaban su traición. Es así como el rey es encarcelado y se considera que la monarquía cae definitivamente. Inmediatamente después de que cae la monarquía, son celebradas las elecciones por sufragio universal (solo masculino). También, la puesta en marcha de la constitución coincidió con el triunfo de las tropas de Francia contra el ejército prusiano en Valmy. Dos días después de este triunfo, Francia fue proclamada república. La Convención francesa, compuesta por sus dos partidos (de derecha y de izquierda), se vio afectada gracias a la lucha por el poder que se dio entre aquellos que formaron parte del proceso de revolución.

6. El Directorio

Para el año de 1795, la Convención fue destituida y se crearon dos cámaras (el Consejo de Ancianos y el de los Quinientos). Ambas cámaras eran elegidas por votación popular y eran dominadas por la clase burguesa conservadora, encargadas de reprimir las revueltas y manifestaciones. Este directorio implementó políticas que desatarían nuevamente el malestar general. Es así como se decide hacer un golpe de estado a manos de Napoleón Bonaparte, en el año 1799.



Definicion

Revolución Francesa

La Revolución Francesa (1789-1799) ha sido tradicionalmente considerada como el indicador del final de una época histórica y el punto de arranque de una nueva etapa: la Edad Contemporánea. Por este motivo puede aceptarse que, aunque cronológicamente el siglo XIX comenzase en 1801, históricamente se inició en 1789. Ciertamente, el estallido de la Revolución Francesa señala una línea divisoria entre dos sistemas sociopolíticos opuestos: en el Antiguo Régimen, anterior a la Revolución Francesa, el absolutismo monárquico regía una sociedad feudal; en el Nuevo Régimen surgido tras la misma, en cambio, reconocemos muchos de los rasgos que caracterizan la organización política y social del mundo contemporáneo.
En el terreno político, la Revolución Francesa acabó con el sistema de monarquías absolutas que había prevalecido durante siglos en muchos países europeos. Dicho sistema político se basaba en el principio de que todos los poderes (el de promulgar las leyes -legislativo-, el de aplicarlas -ejecutivo-, y el de determinar si las leyes habían sido o no cumplidas -judicial-) residían en el rey. El monarca era fuente de todo poder por derecho divino; tal derecho era la base jurídica y filosófica de su soberanía.
La Revolución Francesa establecería la separación de estos poderes, de tal manera que el legislativo correspondería a una Asamblea o Parlamento; el poder ejecutivo seguiría residiendo en el rey y sus ministros, o en un gobierno en las repúblicas; y el judicial recaería en los tribunales de justicia, como poder técnico e independiente. En definitiva, la monarquía dejaría de existir o de ser absoluta para convertirse en un sistema político en que los distintos poderes servirían de contrapesos y se controlarían mutuamente. Se entendía, además, que la soberanía no procedía sino del pueblo, el cual delegaba el ejercicio del poder en gobernantes libremente elegidos en procesos electorales periódicos.
En el plano social, las consecuencias de la Revolución Francesa serían igualmente trascendentes. El Antiguo Régimen se había caracterizado por consolidar un tipo de organización social rígido y de carácter marcadamente estamental, en la que se habían consagrado dos grupos o estamentos inamovibles: el clero y la nobleza. Estos estamentos gozaban de una jurisdicción especial que les eximía de pagar impuestos, entre otros privilegios. El tercer estamento lo integraban los campesinos, que estaban obligados a sostener los gastos del Estado con el pago de tributos.
Pero no solamente campesinos, artesanos o siervos componían el tercer estamento; una nueva clase social dinámica y próspera, enriquecida mediante los negocios, el comercio y la industria, también pertenecía jurídicamente a aquel «tercer estado» carente de privilegios: la burguesía. Esta clase emergente aspiraba a que su ascenso y su poderío económico se reflejase en el ordenamiento político. De hecho, la Revolución Francesa y su más inmediato precedente, la independencia de los Estados Unidos, constituyen los primeros ejemplos de lo que los historiadores han llamado «revoluciones burguesas». En ambas, el triunfo de la burguesía sobre la aristocracia anquilosada determinó una configuración social en concordancia con la mentalidad y los valores burgueses.