aPORTES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
En 1789, los campesinos en Francia mueren de hambre y viven sumidos en la miseria mientras que el rey Luis XVI y la nobleza viven con lujos. El estallido de la revolución francesa es considerado uno de los acontecimientos históricos más importantes de la historia universal. Estos son sus cinco aportaciones más importantes.
1.- LOS DERECHOS HUMANOS
Estos fueron aprobados el 26 de agosto de 1789 por la Asamblea Nacional Constituyente Francesa
2.- LA CONCEPCIÓN DE REPUBLICA
El 22 de noviembre de 1792 se reúne un parlamento elegido por sufragio universal masculino en el que se instaura este sistema politico.
La República francesa se basa en un solo principio explícito, enunciado en el apartado cuarto del artículo 2 de la Constitución: "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", que se tomó prestado directamente de Lincoln.
3.- LA ABOLICIÓN DE LA MONARQUÍA
El 21 de septiembre de 1792 la Asamblea legislativa proclama definitivamente la abolición de la monarquía, siendo esto un antecedente histórico importante a nivel mundial
4.- LA IDEA DE LA EXISTENCIA DE UNA CONSTITUCIÓN
La Constitución francesa de 1791, la primera constitución escrita de la historia francesa, fue promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente el 3 de septiembre de 1791 y aceptada por Luis XVI. Contenía la reforma del Estado francés, quedando Francia configurada como una monarquía constitucional.
La Constitución establece que la soberanía reside en la nación y ya no en el rey, que se titula "rey de los franceses". Proclama la libertad de pensamiento y de prensa, y la libertad religiosa. Suprime la nobleza y las distinciones hereditarias, las órdenes de caballería, las corporaciones y gremios, y establece el libre acceso a los oficios y funciones que hasta ahora se reservaban a la nobleza o se heredaban.
El mantenimiento de los lugares de culto pasa a depender del Estado que remunerará a los religiosos.
5.- EL CONTRATO SOCIAL QUE ESTABLECE LA LIBERTAD E IGUALDAD DE LOS HOMBRES BAJO UN ESTADO INSTITUIDO
La Revolución Francesa es considerada como el indicador del final de una época histórica y el punto de arranque de una nueva etapa: la Edad Contemporánea.
El estallido de la Revolución señala una línea divisoria entre dos sistemas sociopolíticos opuestos: en el Antiguo Régimen, anterior a la Revolución Francesa, el absolutismo monárquico regía una sociedad feudal; en el Nuevo Régimen surgido tras la misma, en cambio, reconocemos muchos de los rasgos que caracterizan la organización política y social de nuestro mundo contemporáneo.